Preciso.

Así fue el Gobernador Carlos Joaquín González al subrayar que, al día de hoy, la educación es el instrumento más poderoso

para cambiar un Estado y un país, de ahí la importancia de seguir avanzando y continuar invirtiendo en este rubro, ya que lo que se haga en el mismo nunca será un gasto.
Y es que tal y como damos cuenta en la edición que tiene usted en sus manos, el jefe del Ejecutivo, en acto celebrado en el Centro de Convenciones de Chetumal, entregó premios, estímulos y recompensas a 260 docentes por su perseverancia y distinguida trayectoria durante 30 y 40 años de servicio en la educación básica, Normales, UPN y CAM, reconociéndolos como las y los protagonistas de la historia educativa de Quintana Roo al ser artífices de la formación de profesionistas con más y mejores oportunidades para salir adelante.
En este sentido, el mandatario explicó que este año 236 docentes con 30 años de servicio fueron distinguidos con el premio “Rafael Ramírez” y cada uno recibió la cantidad de 95 mil 723.85 pesos, haciendo un total de 22 millones 590 mil 828.60, mientras que 24 con 40 años de servicio se hicieron acreedores a la condecoración “Ignacio Manuel Altamirano” por 158 mil 178.50 pesos, sumando una erogación de 3 millones 796 mil 284, provienentes del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (Fone) del Ramo 33.
Al respecto, Joaquín González fue claro al señalar que las y los maestros han jugado un papel fundamental para el desarrollo de la entidad, y es así como gracias a su dedicación y empeño, hoy las niñas, los niños y los jóvenes quintanarroenses pueden acceder a una educación de calidad, pese a los obstáculos que se presenten, como lo fue en su momento la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus (covid-19), la cual obligó a establecer nuevos mecanismos de enseñanza.
Con base en lo anterior, no queda más que resaltar lo afirmado por el Gobernador en cuanto al firme compromiso de su administración de continuar no sólo mejorando la infraestructura existente, sino dotando a los mentores de las condiciones necesarias para que puedan continuar forjando, a través de sus alumnas y alumnos, un futuro más promisorio para Quintana Roo.
¿No lo cree así, amable lector?